Blog | Valle de Guadalupe

VALLE DE GUADALUPE / EL VINO MEXICANO EN SU MAXIMA EXPRESION
POR DANIEL GOMEZ

Para los amantes del vino y para los no tan atraídos por él, este destino es maravilloso.

Saliendo de la Ciudad de México hay que volar a Tijuana, BC. Una vez en Tijuana puedes optar por quedarte un día o bien iniciar tu trayecto hacia Ensenada y/o Valle de Guadalupe. El recorrido toma aproximadamente 2 horas por la Escénica, la cual presenta bellos paisajes durante la travesía. Ahora bien, existe en el recorrido a Ensenada la opción de hacer una escala en Puerto Nuevo para probar Langosta con arroz y frijoles que es la especialidad de ahí. ¡Créanme, delicioso!

Siguiendo el recorrido hacia Ensenada, (aquí depende de si se hospedarán en Ensenada o en Valle de Guadalupe que existe una gran variedad de hoteles. Obviamente es mas caro quedarse en Valle, pero si estas dispuesto a pagar la experiencia, no te arrepentirás).

En este caso, en uno de mis viajes a este hermoso destino decidí hospedarme en Cuatro Cuatros. Este lugar es increíble. El hotel se basa en tiendas de campaña de lujo con todos los servicios. Les Llaman Las Cabañas. Son cabañas entre viñedos, montaña y mar, para amantes de la vida, la libertad, el placer y el descanso.

Cuatro Cuatros cuenta con una terraza en lo mas alto de una montaña donde el paisaje es inigualable ya que, por un lado, tienes los viñedos y por el otro la vista al mar. Ver el atardecer en este lugar te maravillará.

Al día siguiente de mi llegada, nos dirigimos al Viñedo de Bodegas Santo Tomas. Esta casa vitivinícola es una de las más antiguas de Baja California. Es por eso que se encuentra a una hora de Ensenada aproximadamente, en el Valle Santo Tomas. Ahí hicimos un recorrido por los viñedos junto con una cata en el medio del mismo con una amplia explicación de los vinos y de la historia del lugar. Yo recomiendo mucho visitarlo. La mayoría de los viñedos en Valle de Guadalupe son pequeños y aquí puedes ver una gran extensión de las vides.

De regreso a la zona de Ensenada, pueden “intentar” comer las famosísimas tostadas de la Guerrerense. Tiene tanto éxito que siempre esta lleno, pero al mismo tiempo las sirven tan rápido que si puedes llegar a probarlas. Existe de todo, inclusive de erizo, el cual dicen que es delicioso pero la verdad yo no lo probé.

Por la tarde, ir a la Terraza de Cuatro Cuatros para ver el atardecer y tomar vino o algún aperitivo. Después de ver el atardecer, recomendable ir a cenar a alguno de los restaurantes mas reconocidos, Laja o Corazón de Tierra. No les quiero mentir, en mi primera visita quedé maravillado con Corazón de Tierra, sin embargo, me supongo que por tener tanta popularidad ha bajado un poco la calidad de su comida, así como de su servicio. Aun así, lo recomiendo.

Al día siguiente, de tour a los viñedos de Valle de Guadalupe. Existen muchos y de excelente calidad. Yo visité Finca La Carrodilla. Este lugar tiene un excelente vino y vale mucho la pena visitarlo. Otro es Las Nubes. Si bien no es mi vino preferido, vale la pena visitarlo también. Después, comida en Restaurante Deckman´s. Delicioso!

También visita a Montefiori, excelentes vinos también!

Al día siguiente, desayuno en Adobe Guadalupe. Uno de mis favoritos. Si bien es pequeño, cuenta con una variedad de vinos, todos buenísimos. El lugar es realmente bello. En esta ocasión fuimos a desayunar, pero en ocasiones anteriores nos hospedamos ahí para conocer todo. Luego visita a La Escuelita. La Escuelita es el lugar que se creó para poder enseñar a la gente local para poder producir vino. Hugo D’Acosta, enólogo de Casa de Piedra y Aborigen y alma de la escuelita, narra que ésta nació porque algunos de sus amigos, chefs, oceanólogos y gente ajena al vino empezaron a pedirle ayuda para hacer una barriquita. Digamos que es donde nació este gran proyecto.

Posteriormente visita Torres Alegre y Montefiori. Este último, super recomendable. Finalmente, comida/cena en la Esperanza.

Esto es solo una probadita de lo que Valle de Guadalupe nos ofrece. La variedad de hospedaje les encantará o tal vez lo odien. Por ejemplo, el Hotel Campera. Si no te molesta las incomodidades, este concepto podría llegar a gustarte. Son habitaciones tipo burbuja que tienen vista al viñedo y al cielo donde puedes ver las estrellas a todo lo que dan. Otro hotel de este tipo, es Encuentro Guadalupe. Son unos lofts construidos sobre la falda del cerro para una vista increíble del Valle.

Como lo dije al principio, hay tantas opciones que querrás regresar. En mi caso, si me fuese posible iría una vez al año por lo menos.

Salud!

Hay que vivir los mejores momentos…!